por Mónica Vega, Gestora de proyectos.

Valiéndome del título de nuestro blog, Depende del contexto, me gustaría aprovechar mi colaboración en el blog para trasladar algunas pautas importantes sobre salud a nuestro contexto ya que estoy absolutamente de acuerdo con la máxima mens sana in corpore sano. Corro el riesgo de que mis publicaciones acaben etiquetadas, en alguna ocasión, dentro de la categoría «botica de la abuela» o similar pero me gustaría hacer hincapié en algunos hábitos y cuidados que repercuten directamente en que podamos desarrollar bien nuestro trabajo.

Decidirme por el tema con el que iba a iniciar esta colaboración no fue una tarea sencilla porque en cuestión de minutos ya había elaborado una lista (¡cómo nos gusta hacer listas!) con numerosos temas sobre los que escribir. Así que me remonté al principio de todo: ¿por dónde empezamos? ¿De qué manera tenemos acceso al texto que vamos a traducir? Lo hacemos a través de la vista, así que qué mejor manera de estrenarme que prestándole un poco de atención a los ojos, tan castigados y tan necesarios…

¿Os habéis planteado alguna vez las habilidades relacionadas con la vista que forman parte de nuestro día a día ya sea como traductores, revisores o como gestores de proyectos? Veamos algunas:

1.) Como traductores, y sobre todo revisores, en algunas ocasiones, debemos ser capaces de leer rápido, y de manera consciente, miles y miles de palabras para poder detectar errores a simple vista.

Por supuesto, esta habilidad se convierte a veces en un tormento porque no incluye botón de encendido y apagado y somos incapaces de pasar los ojos por encima de los carteles o los folletos (aunque sea rápido, rápido) sin que nos salte la alarma ante cualquier error tipográfico u ortográfico. En esto, los ojos son incansables y siempre están de guardia. Una vez que los adiestremos en esta tarea, ya no habrá vuelta atrás.

2.) Otra habilidad que valoramos en nuestros ojos es que sean ágiles cambiando el foco de atención cuando nos movemos entre diversas pantallas. Trabajo en Word… ALT+TAB… miro una entrada en Wordreference… ALT+TAB… consulto el correo… ALT+TAB… vuelvo a Word… ALT+TAB… voy a ver si alguien ha comentado la foto que he subido a facebook… Necesitamos ser ágiles con el uso del teclado, y mentalmente claro está, pero también necesitamos que nuestros ojos lo sean para adaptarse a distintos tamaños de letras, fondos, dimensiones, etc.

3.) Resistencia. ¿Cuántas horas pasamos delante de la pantalla del ordenador? Unas veces más y otras menos pero, de entrada, asumimos que nuestra vista resistirá el aluvión de palabras que vamos a traducir, revisar o gestionar.

Los ojos son una herramienta clave en nuestro día a día, nos acercan a las palabras; a través de ellos, iniciamos todos los procesos mentales que hacen posible nuestro trabajo. Pero… ¿los mimamos y cuidamos como se merecen?

Los problemas oculares derivados de trabajar muchas horas delante del ordenador son de sobra conocidos ya que, en mayor o menor medida, todos hemos experimentado alguno de ellos: fatiga visual, sequedad ocular, visión borrosa, dolores de cabeza, tensión ocular, etc.

Pero todos estos problemas se pueden evitar o aliviar si tomamos consciencia de lo importantes que son nuestros ojos y adoptamos una serie de medidas como las que voy a detallar a continuación.

Ubicación del monitor

El lugar donde coloquemos el monitor no debe responder a una cuestión estética, sino que debemos ubicarlo justo enfrente de nosotros, de modo que no haya que girar el cuello o el tronco para mirar la pantalla. La distancia recomendada entre la pantalla y los ojos es de 50-60 cm (o a una distancia equivalente al brazo extendido, nunca menos de 40 cm) y el borde superior debe quedar a la altura de los ojos o un poco por debajo (una vez que nos hayamos sentado correctamente, ¡espalda recta!).

Iluminación

Lo ideal sería trabajar en un ático estupendo donde entrara luz natural todo el día pero como esto no siempre se cumple, tendremos que recurrir a luz artificial en los casos en los que la luz sea deficiente. Es importante regular la intensidad de la luz según las dimensiones de nuestro despacho o sala y las tareas que vamos a realizar. El exceso de luz es tan perjudicial como su carencia. Si la combinación de luz natural y artificial sigue sin ser suficiente, podemos utilizar una lámpara tipo flexo (aunque se recomienda limitar su uso para garantizar el equilibrio lumínico entre la habitación y el puesto de trabajo).

Una de las principales razones de la fatiga ocular mientras trabajamos frente a una pantalla son los reflejos. Por este motivo, debemos evitar trabajar con ventanas o focos de luz justo detrás de nuestro puesto; así como procurar que las superficies que nos rodean no sean brillantes y provoquen reflejos. Debemos recibir la luz perpendicularmente a nuestro puesto de trabajo.

Configuración de la pantalla

No os castiguéis la vista trabajando con tamaños de letra pequeños, configurad la interfaz de manera que los caracteres estén bien definidos, con un buen contraste con respecto al fondo y un tamaño adecuado. ¡Utilizad el zoom! Podemos ampliar el documento y trabajar con un tamaño que nos permita ver bien las palabras sin ningún esfuerzo para nuestros ojos.

Aunque resulte tentador cambiarle el color al texto y así «hacer uso» de la magnífica paleta de colores que nos ofrece el procesador de texto, tus ojos agradecerán que refrenes ese impulso innovador y trabajes en un clásico negro sobre blanco (o mejor aún, negro sobre gris claro).

Ajustad el brillo y el contraste según el entorno en el que trabajéis. Es recomendable aumentar la frecuencia de refresco de la pantalla y establecer su valor en 70-75 Hz.

Buenos hábitos durante las horas de trabajo

1. Realizar pausas cada hora. Los motivos para levantarse cada cierto tiempo y cambiar de tarea son muchos, no solo la salud ocular. Si no sois capaces de establecer esta rutina, siempre podéis recurrir a alguna aplicación informática que os ayude a tener disciplina en este sentido. Para ello, os recomiendo consultar esta página web donde se comentan y detallan algunas aplicaciones desarrolladas con esa finalidad.

2. Parpadear con frecuencia. Cuando fijamos la vista en la pantalla, tendemos a parpadear incluso cuatro veces menos de lo habitual, eso provoca que las lágrimas se evaporen y se produzca mayor sequedad ocular (otro de los factores que generan fatiga visual). ¿Os habéis visto alguna vez trabajando? Ese rostro impasible y esa mirada de muñeco de cera… Damos miedo. Y lo que es peor, vamos reduciendo cada vez más nuestra capacidad de llorar con las películas de Spielberg. ¿Compensa?

3. Mirar hacia un punto lejano. La fatiga visual se produce por obligar a los músculos oculares a trabajar durante un tiempo prolongado a la misma distancia e intensidad. Cada cierto tiempo, sacad la cabeza por la ventana y cotillead un poco por el patio. Si no es posible, ya tenéis excusa para colgar un buen póster con una imagen relajante (o no, esto lo dejo al gusto de cada uno) a una distancia que os permita poner en práctica este hábito, al tiempo que aliviáis la tensión mental.

Alimentación

Este apartado por sí solo podría constituir un único artículo así que no me puedo extender mucho pero no quería dejar pasar la oportunidad de mencionar que la dieta que seguimos también influye directamente en la salud de nuestros ojos. Podemos evitar futuros problemas oculares si incorporamos a nuestra dieta alimentos ricos en vitamina A (zanahorias, espinacas, tomates, aguacates, yema de huevo); vitamina E (nueces, pistachos, almendras, brócoli, espinacas, kiwis, manzanas, uva, mango, melón, plátano); vitamina C (pimientos, fresas, coliflor, verduras de hoja verde) y vitamina B2 (levadura de cerveza, lechuga, germen de trigo).

Ejercicios para relajar los ojos

1.) Frotar las manos y colocarlas sobre los ojos cerrados, procurando respirar de forma pausada y con respiración abdominal durante unos minutos. Podéis concentraros en la respiración o evocar una situación agradable que os ayude a aliviar el estrés.

2.) Cerrar los ojos y dirigir el globo ocular hacia arriba aguantando 10 segundos, repetir hacia abajo y hacia los lados.

3.) Cerrar los ojos y girar el globo ocular en todas las direcciones.

4.) Realizar ligeros masajes circulares presionando por encima y por debajo de las cejas, así como suavemente sobre los párpados.

Espero que después de leer este post toméis las riendas de vuestra salud (parpadea) y seáis más conscientes de lo importante que es cuidarse la vista. (Parpadea y sigue leyendo). Revisad algunos hábitos que no nos llevan por buen camino y es que con una vista sana, somos más productivos y trabajamos mucho mejor.

Nos vemos en el próximo post… mientras tanto ¡cuidaos! (Ahora parpadeo yo).