Por Valentín Barrantes, Director de Recursos Humanos en Nóvalo

Ya era hora de que Nóvalo tuviese un espacio propio en la red, concebido para compartir libremente con amigos, clientes y colegas todas esas inquietudes que nos asaltan a diario relacionadas con la profesión, o no tanto. Nuestro querido y recién estrenado blog «Depende del contexto» nos brinda esta oportunidad y quisiera aprovecharla, en primer lugar, para felicitar a todo el equipo novalero por la ilusión y el entusiasmo que demuestran cada día por ver crecer este proyecto común.

En segundo lugar, me dispongo a aportar mi primer granito de arena. Tras darle varias vueltas, creo que lo más coherente es escribir unas líneas relacionadas con una de las funciones que llevo desempeñando desde el nacimiento de nuestra empresa: la gestión de los recursos humanos. Llegado a este punto, creo que tardé décimas de segundo en elegir el tema, porque lleva mucho tiempo rondándome la cabeza y mi lengua se ha recreado en múltiples ocasiones con anécdotas interesantes al respecto.

¿Alguien sabe cuál es? El título de la publicación constituye una pista en sí mismo…efectivamente, se trata del envío, o la recepción (según se mire), de mensajes de correo electrónico en los que ofrecemos nuestros servicios, a los cuales además solemos adjuntar una pieza clave: nuestro currículo.

El título de esta publicación no es inventado, aunque lo haya maquillado un poco (hay que lograr impactar al máximo, claro está). Ese puede ser perfectamente el campo Asunto de un mensaje enviado por una persona que pretende conseguir un puesto de trabajo o una colaboración como traductor. En calidad de Director de Recursos Humanos, soy quien recibe esta clase de correos. Posiblemente no me creáis, pero mensajes con asuntos como el del título de mi publicación he recibido unos cuantos.

¿Qué pasa por la cabeza de un lingüista profesional que envía un mensaje en cuyo asunto (solo en el asunto) hay más de cuatro errores ortotipográficos garrafales? Pues eso mismo me planteo yo cuando lo recibo, e imagino que lo mismo se plantearán todas las personas que en su puesto sufren ataques similares. Porque recibir un mensaje con un asunto así es un ataque y piensas: «¿Qué me encontraré entonces en el cuerpo del mensaje?». Para un traductor profesional esto es una bomba, hasta los ojos nos duelen, y otras cosas, cuando leemos «perlas» como estas. Sí, sí, estoy seguro de que muchos me daréis la razón, estas cosas nos duelen, y mucho.

¿Cómo puede ser entonces que personas con una formación académica de nivel elevado, con una profesión consagrada a la escritura y con la inquietud que la traducción requiere, puedan expresarse así? ¿Desconocimiento, descuido, falta de atención, desinterés, provocación? Una respuesta clara no tengo, pero sí quisiera mediante estas palabras conseguir que reflexionemos y a la vez sugerir algunos consejos que puedan ayudarnos a evitar errores frecuentes cuando enviamos mensajes en los que ofrecemos nuestros servicios. Quizás resulten básicas u obvias, pero seguro que a alguien le sirven, ya que de lo contrario no seguiría recibiendo según qué clase de mensajes.

Para empezar con mis sugerencias, pensemos en una cuestión básica. Tratemos de utilizar una dirección de correo electrónico «seria». Cuando digo seria, me refiero a profesional, aunque pertenezca a un dominio gratuito habitual como «gmail», pero no utilicemos la dirección que teníamos creada desde el instituto… me refiero a direcciones del tipo «raki_rubita92@xxxx.com» o «pablete_futbolero69@xxxx.com», porque la imagen que proyectamos en quien recibe el mensaje es, con total probabilidad, totalmente contraria a la deseada. A partir de ahí, veamos otros consejos:

1.- A veces nos vemos obligados a enviar mensajes a varios destinatarios, pero en caso de que sea posible, vamos a averiguar el nombre de la persona que recibirá nuestro mensaje, intentemos conseguirlo y enviar un mensaje personalizado, dirigido a la persona en cuestión, porque será mucho más efectivo. No debemos olvidar que quien está al otro lado no es una máquina, es un profesional como tú o como yo, con la responsabilidad de seleccionar tu perfil.

2.- Ni qué decir tiene que si el mensaje va dirigido a un grupo, las direcciones, por favor, incluyámoslas en el campo oculto CCO, porque no hay nada peor que enviar el mensaje con las direcciones copiadas a la vista…bueno sí, es peor hacerlo así y dirigirte por error a una persona en concreto, o despistes similares. Mucho ojo con esto, porque provoca un efecto muy negativo.

3.- Evitemos igualmente mantener en los asuntos las marcas «RE:» o «RV:», que nos delatan y dejan adivinar que estamos reenviando o respondiendo a un mensaje ya existente.

4.- Vamos a usar un asunto descriptivo, claro y conciso, donde indiquemos cuál es nuestro perfil y qué buscamos. O bien, si respondemos a una oferta concreta, indiquemos el texto que se pida en dicha oferta, ni más ni menos. No hay que usar asuntos vacíos de contenido, ni muy largos y, por supuesto, sin faltas de ortografía ni tipográficas. Conviene informar de cuáles son nuestras lenguas de trabajo, nuestras especialidades o información esencial similar.

5.- Una vez que comenzamos a redactar el cuerpo del mensaje, vamos a hacerlo de modo que se asemeje a una carta de presentación, bien puntuada y con la extensión suficiente. En ella debemos tratar de identificar tres párrafos (aunque todo siempre dependerá de las necesidades de cada uno, esto puede servir como guía), uno en el que resaltemos brevemente los elementos más importantes de nuestro perfil, otro en el que expongamos nuestros objetivos y dejemos claro qué pretendemos conseguir y un último párrafo en el que le hagamos ver a la empresa qué obtendría si contara con nosotros, cuáles son nuestros puntos fuertes. De esta forma, quedaría todo perfectamente estructurado.

6.- En nuestra carta de presentación, no debemos olvidarnos de usar los formulismos adecuados debidamente puntuados a la hora de saludar y despedirnos. En español, no comenzamos una carta más o menos formal con «Hola,», sino posiblemente con un «Estimado XXX:». Usamos los dos puntos y no la coma, típica del inglés. Al cerrar nuestra carta, usamos diferentes fórmulas, como «Saludos cordiales,», «Atentamente,» u otras.

7.- Hay una cosa que molesta sobremanera, al menos en mi caso. Es el uso de tipografías diferentes a lo largo del texto, o incluso colores distintos, o tamaños de letra diferentes sin motivo alguno. Produce una impresión muy negativa y dificulta la lectura.

8.- Vamos a preocuparnos y esforzarnos por escribir correctamente en la lengua que corresponda, sin cometer errores que pueden resolverse fácilmente con la ayuda de un corrector ortográfico y gramatical automático. También conviene hacer una última lectura de nuestro texto antes de enviarlo y, si estamos satisfechos, incluso guardarlo como modelo para futuros envíos.

9.- Conviene adjuntar nuestro currículo actualizado junto con el mensaje, idealmente en un formato legible y no editable, como puede ser el formato PDF. He hecho hincapié en que el currículo esté «actualizado», porque son muchos los currículos que recibo con información obsoleta o inútil, que con el paso de los años deja de tener importancia.

10.- ¡Que no se me olvide! Para referirnos a nuestro historial profesional, podemos usar perfectamente «currículum vítae», o bien «currículo», aunque el empleo de «currículum» a secas también está muy extendido. En cuanto a plurales, el de la primera es invariable, «los currículum vítae», y el de la segunda se forma con el plural regular «currículos».

Espero que este decálogo con someras recomendaciones personales os resulte de ayuda para lograr que vuestra búsqueda de empleo sea más eficaz. Por supuesto, también recibo muchos mensajes correctísimos y habría muchas cosas buenas que destacar, pero estos profesionales no necesitan estos consejos, así que he preferido centrarme en recomendaciones útiles. También podría escribir largo y tendido sobre la correcta elaboración del propio currículo en nuestro sector, pero posiblemente ese tema sea objeto de una publicación próxima.

En tercer y último lugar, os aliento a dejarnos vuestros comentarios, que con seguridad nos servirán a todos para enriquecernos…¡hasta pronto!