Icono del sitio Traducciones Nóvalo

¡Corre, Jerónimo, corre!

Por Daniel Ángel, Traductor y revisor Senior en Nóvalo

La verdad es que ya hacía tiempo que me apetecía comentar algo que, aunque pueda parecer que han pasado ya unos años y a los que ya estamos en la industria de la traducción esto nos viene un poco de vuelta, sí puede ser de verdadera utilidad para todos aquellos que están en proceso de meterse en este jardín que es la traducción. Amigo estudiante, me dirijo a ti. Puede que lo que leas de aquí en adelante suene a topicazo.No te voy a engañar, hay alguna que otra batallita aunque, cuando yo estaba en tu lugar, con menos preocupaciones y más pelo (no sé si irán de la mano), tenía un sinfín de dudas acerca de lo que me podía esperar al terminar la carrera o de lo que esperarían de mí ahí afuera. Tantas, que no imaginaba ni por asomo lo que estaba por llegar.

¿Te puedo llamar Jero? Será más cómodo.

Cuando estás formándote en la universidad recibes una serie de ideas preconcebidas de la traducción que, sin lugar a dudas, te condicionan a la hora de convertirte en el profesional que quieres llegar a ser una vez acabada tu maratón académica. El problema reside en que aquellos encargados de enseñarte lo que es la traducción no sepan lo que es realmente la traducción hoy. Me explico, y sin ánimo de generalizar: en muchas universidades enseñan la práctica de la traducción sin prestar la más mínima atención a las necesidades actuales del mercado laboral, es decir, dejan de lado el aprendizaje de herramientas de traducción y de las habilidades laborales necesarias. Ya no solo hablo de herramientas para la traducción asistida, sino de recursos de comprobación de calidad, informes, procesos de consulta, etc. Y voy más allá, Jero, cómo gestionar el tiempo, cómo hacer una factura… cosas del mundo real que no se explican en ningún tratado de la traducción. A mí en su día me habría gustado que la realidad me hubiera dado una bofetada en forma de discurso antes de cuando yo la recibí y, aunque no soy de dar consejos, quiero que sepas que:

A estas alturas supongo que comprenderás los motivos que me han llevado a ponerte en alerta frente a lo que te puedes encontrar. Si ya tienes en cuenta todos los puntos anteriores o incluso vas más allá, mi enhorabuena. Si no, te puedo decir que aún estás a tiempo. ¡Corre, Jero, corre!

Salir de la versión móvil