por Carlos Bolívar, socio fundador y Business Development Manager.

El progreso exponencial de Internet y, de forma más específica, de las redes sociales y los medios de promoción empresarial y personal, ha dado lugar a la aparición o redefinición de un concepto de marketing conocido como marca personal o imagen de marca personal. En realidad, este concepto no es nuevo. Lo correcto sería decir que no se había nombrado de una forma técnica ni se había generado tanto material al respecto de una forma tan masiva. Las guías, los manuales, las técnicas y los consejos sobre marca personal inundan la red hasta tal punto que resulta difícil filtrar y quedarse con lo fundamental.

Ese es, por tanto, mi objetivo en este artículo: quedarnos con lo fundamental, entender bien el concepto e interiorizarlo, de forma que cada uno pueda diseñar sus propias herramientas y los métodos de difusión de su marca que mejor se le adapten.

Antes de nada, ¿qué es la imagen de marca personal? Podríamos resumirlo de una forma terriblemente sencilla: la imagen que el mundo externo percibe de ti. Lo que siempre hemos conocido como reputación; la combinación de cualidades, valores, motivaciones y puntos fuertes que te caracterizan y que distinguen tu valor del de tus competidores y que, además, permite a clientes potenciales determinar si deben hacer negocios contigo o no.

Dicho esto, esbocemos cuáles son los pasos necesarios a la hora de construirse una imagen de marca personal sólida y que realmente funcione:

1) Definir la visión y el fin. Es decir, identificar qué es lo que se quiere mejorar o solucionar (visión) y qué debes hacer para conseguirlo (fin). ¿Qué necesita el mercado? ¿Cómo puedes aportárselo y de qué forma? ¿Cuáles son los pasos que necesitas dar para satisfacer esa necesidad?

2) Identificar tus cualidades, valores, motivaciones y puntos fuertes. Qué valores te mueven, qué cualidades te definen como profesional, cuáles son tus motivaciones para el futuro y qué puntos fuertes destacan en tu forma de hacer las cosas y ver el mundo. Dentro de este apartado, destaca los 3 o 4 principales de cada categoría. Ten claro cuáles son los más importantes. En este aspecto sobre todo (aunque es una cuestión que afecta a todos los niveles que hay que tener en cuenta a la hora de construir la marca personal) la precisión es clave. Elige bien los términos con los que te identificas, asegúrate de su significado real. El uso preciso del idioma es vital a la hora de identificarse. No es lo mismo ser capaz de asumir riesgos que arriesgado, por ejemplo. Las connotaciones sutiles desempeñan un papel fundamental a la hora de construirse una imagen que inspire confianza.

3) Realizar un análisis de objetivos. Fija tus metas, acota el mercado al que quieres dirigirte y evalúa tu posicionamiento frente al de tus competidores. Es decir, determina dónde quieres encajar, qué se necesita en ese nicho de mercado y cómo puedes estructurar tu marca personal en torno a palabras clave y contenidos para atraerlos de forma que resultes diferente de lo que existe ya. Lleva a cabo un análisis DAFO de tus características internas (Debilidades y Fortalezas), que hablan de tu valor potencial, y externas (Amenazas y Oportunidades), que te ayudan a preveer a lo que te enfrentarás en tu futuro profesional.

4) Pasar a la acción. Lleva a la práctica las conclusiones extraídas en los puntos definidos anteriormente, en forma de comunicación. Comunica de forma auténtica y coherente, ten en cuenta que todo suma o resta. De acuerdo con el libro La comunicación eficaz, de Lair Ribeiro, la capacidad de influir en los demás viene representada del siguiente modo:

7% Comunicación verbal (qué digo)

38% Tono de voz (cómo lo digo)

55% Lenguaje corporal o indumentaria (lo visual)

En las redes sociales, por ejemplo, este esquema lógicamente variaría. El tono y la indumentaria disminuirían su presencia y la comunicación verbal desempeñaría un papel mucho más importante. Vuelvo de nuevo, por tanto, a insistir en la importancia de una comunicación verbal impecable en todos los sentidos: tono, problemas lingüísticos, terminología, agilidad de redacción, capacidad de resumen y propiedad del lenguaje, etc. En este sentido, algunas recomendaciones imprescindibles serían:

– Mide tus palabras: piensa bien lo que vas a decir y si puede herir sensibilidades.

– Adapta tus mensajes: no se trata de expresarse en un registro alto, sino de asegurarse de que tu mensaje llegue a donde pretendes.

– Cuida la ortografía, la redacción de tus contenidos y no uses mayúsculas.

– Evita posicionarte en temas polémicos: siempre te arriesgas a perder clientes potenciales que estén en desacuerdo con tu postura.

– Transmite mensajes positivos en la medida de lo posible.

– Cita a los autores originales de tus afirmaciones, si los hay; no te adjudiques reflexiones ajenas.

5) Evaluar y reajustar. Es fundamental realizar un trabajo de reevaluación y ajuste constante. Leer entre líneas, interpretar los comentarios y las opiniones de terceros, analizar los resultados objetivamente para remodelar y reconstruir los aspectos de tu imagen de marca personal que resulten más débiles o menos efectivos. Podemos resumirlo como un proceso de acción/reacción. Adáptate constantemente, sin renunciar a los valores fundamentales que definen tu marca. No se trata de transmitir aleatoriedad ni desorden, al contrario: se trata de lanzar un mensaje sólido pero ser conscientes también de que todo es mejorable y adaptable a las necesidades de un mercado en constante evolución.

6) Paciencia. El poder de tu marca recae directamente en tu capacidad de influir, no de ejercer la fuerza. Por tanto, acude a los caminos menos transitados y recuerda que construirse una imagen personal realmente sólida y eficaz conlleva tiempo, método, esfuerzo y paciencia. Lleva a cabo una gestión adecuada de las percepciones, los recuerdos y las expectativas que quieres generar en los demás, pero hazlo de forma consciente y autocrítica.

Para obtener más información sobre estos y otros aspectos relativos a la imagen de marca personal, podéis visitar la guía 60 consejos prácticos para mejorar tu imagen de marca personal que Myriam Rius, asesora de empresas y especialista en Comunicación digital, publica aquí y que ha sido una referencia primordial a la hora de escribir este artículo. También puedes visitar su web donde podrás encontrar más contenidos interesantes sobre el tema en cuestión.

Para concluir, podemos afirmar que tu imagen de marca personal podría reducirse, grosso modo, a seis características principales: autenticidad, peculiaridad, visibilidad, atención al detalle, coherencia y visión de futuro.

Y ten siempre presente, por encima de todo, la popular máxima de la imagen personal que podrás encontrar en cualquier blog o publicación sobre el tema: el mercado te busca por lo que ofreces (producto), pero te elije porque resultas fiable y atractivo (marca).